“porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Mateo 17:20b
3. Reflexiona
¡Cuán poderosa es la fe! ¿Lo has notado? Jesús nos revela que si a la fe del creyente se le pudiera medir y poner un tamaño, y quizás encontrar que es tan “pequeña” como un grano de mostaza, esa medida sería lo suficientemente poderosa para incluso mover montes: “porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” (Mateo 17:20b) Y es que tú y yo hemos sido testigos de lo poderosa que es la fe cuando la depositamos en Jesús, el autor y consumador, pues las Escrituras registran estos grandes acontecimientos, como por ejemplo: la sanidad del criado del centurión quien aún sin ser judío y ni siquiera haber tenido la posibilidad de recibir enseñanza en la sinagoga, conocía que Jesús era tan poderoso que si depositaba su fe en Cristo no sería defraudada, incluso vemos cómo manifiesta que tan solo basta con una palabra del Señor para que esa sanidad sea posible (Mateo 8:8); y cómo no hablar de la mujer del flujo de sangre quien fue sanada de su azote, pues vemos en ella el tamaño de su fe cuando la biblia nos revela lo que había en su pensamiento: “si tocare tan solamente el borde de su manto, seré salva” (Marcos 5:28)
Hermanos, lo que Dios nos está revelando por medio de Su palabra es que no se trata del tamaño de nuestra fe, si es “grande” o “pequeña”, se trata de calidad de fe y de confianza en el Señor Jesucristo.
5. Comparte
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