Martes 22 De Julio De 2025 Nuestras Pruebas Son Permitidas Por Dios
El Señor nunca permite las dificultades sin un propósito hermoso.
22 de Julio de 2025
Algunas personas tienen una idea equivocada en cuanto a la vida cristiana. Una vez que se convierten en creyentes, esperan que todo sea un camino de rosas. Sin embargo, el Señor Jesús dejó claro que los problemas son inevitables, incluso para los hijos de Dios (Jn 16.33). Su propia vida no fue la excepción.
Como seguidores de Cristo, podemos esperar dificultades, aunque sus causas varíen. Algunos problemas surgen debido a la naturaleza caída del mundo, otros por pecado, malas decisiones o ignorancia. A veces, Dios permite pruebas en nuestra vida. Aunque esto es difícil de aceptar en momentos de dolor, debemos recordar que el Señor no permite las dificultades sin un propósito divino y que promete darnos la fuerza necesaria para enfrentarlas.
Por esta razón, cuando enfrentemos luchas, debemos recordar que son para nuestro bien. Pueden ser para purificarnos, probar nuestra perseverancia o revelar el poder sustentador de Dios. Aunque nunca sepamos la causa exacta, podemos confiar en su carácter y en su capacidad para librarnos.
¿Qué prueba está enfrentando? El Señor Jesús comprende su dolor y desea ser Aquel en quien se apoye, tanto en los momentos de alegría como en los de dolor.
Biblia en un Año: Isaias 1-3
Algunas personas tienen una idea equivocada en cuanto a la vida cristiana. Una vez que se convierten en creyentes, esperan que todo sea un camino de rosas. Sin embargo, el Señor Jesús dejó claro que los problemas son inevitables, incluso para los hijos de Dios (Jn 16.33). Su propia vida no fue la excepción.
Como seguidores de Cristo, podemos esperar dificultades, aunque sus causas varíen. Algunos problemas surgen debido a la naturaleza caída del mundo, otros por pecado, malas decisiones o ignorancia. A veces, Dios permite pruebas en nuestra vida. Aunque esto es difícil de aceptar en momentos de dolor, debemos recordar que el Señor no permite las dificultades sin un propósito divino y que promete darnos la fuerza necesaria para enfrentarlas.
Por esta razón, cuando enfrentemos luchas, debemos recordar que son para nuestro bien. Pueden ser para purificarnos, probar nuestra perseverancia o revelar el poder sustentador de Dios. Aunque nunca sepamos la causa exacta, podemos confiar en su carácter y en su capacidad para librarnos.
¿Qué prueba está enfrentando? El Señor Jesús comprende su dolor y desea ser Aquel en quien se apoye, tanto en los momentos de alegría como en los de dolor.
Biblia en un Año: Isaias 1-3
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